
Mi madre no tuvo madre
septiembre 27, 2023Mi nombre es Marlin Virginia Vera Orellana, de allí el origen del acrónimo MARVIVEO.
Este nombre, que es mi alias en todas las plataformas digitales, mi firma y mi marca personal, tiene un efecto amoroso y nostálgico en mí, puesto que desde el primer momento en el que elegí esta forma de llamarme, Toni, a quien amaba como a un padre, me dijo: “Busqué en internet y eres la única Marviveo en el mundo”.
En ese momento la frase me dio risa, pero más adelante empezó a servirme para recordar ese valor único e intransferible que poseemos todos los seres humanos, que se basa en las experiencias y mundos de cada uno y que depende únicamente de nosotros olvidar o defender.
Hoy, después de tantos años desde el día en que inventé ese nombre para un email, el hombre a quien amaba como un padre ya no está, y cada vez que me veo a mí misma como ese ser que él veía como único que tiene mucho para dar y cuando me animo a salir adelante, le recuerdo con ternura (e incluso puedo escuchar sus palabras y su risa) diciendo que soy la única Marviveo.
Así que este ha sido el usuario que me ha acompañado durante todas las hazañas digitales que ha dado mi vida. Dato curioso: nunca tuve dificultades para tener un nickname, pues Marviveo siempre estaba disponible para mí, como si Toni hubiese tenido una revelación.
Sí, era la única Marviveo. Así lo es para mí y, hasta ahora, para el mundo digital… Y vaya que ese mundo es grande.
Ahora bien, en relación con el contenido de este sitio web, la verdad es que este es el resultado de un ejercicio de valentía y una búsqueda de constancia y disciplina.
He creado un espacio donde pueda escribir y ser por fin leída sin paralizarme de miedo. Sin perseguir que me amen o me odien, sino más bien en la búsqueda de soltar el control y abrirme a aquello que considero ha sido motivo en mi vida de grandes alegrías y bendiciones: mi expresión.
Por medio de mi forma de comunicarme y mi escritura he logrado sanar mi historia y la de otras personas, he emprendido mi empresa, conseguí libertad financiera y también soy dueña de mi tiempo.
Hoy quiero poner estas herramientas al servicio de más seres, especialmente mujeres, así como también deseo ofrecerles mis dones, estudios y experiencia en el área de la comunicación y la mentoría de marca.
Siento que a mis 34 años estoy empezando a alcanzar mi plenitud o madurez en algunas áreas de mi vida, que si bien pueda ser mucha o poca, es para mí el mejor momento que he tenido en materia artística e intelectual.
Y esto se debe, en parte, a que he logrado alinearme con el mayor propósito de mi existencia, así como también mi mayor deseo: construir mi camino y ayudar a otros a creer es sí mismos y en sus proyectos.
Sobre mí, ¿qué puedo decir? Soy una mujer de carácter, pero flexible. Me considero alegre, determinada e intuitiva.
Me gusta creer, soñar, amar y compartir.
Estudié comunicación social, literatura, cinematografía y marketing digital en diferentes momentos de mi vida. Actualmente, intento ser actriz y soy aprendiz de casi todo, especialmente de psicología que me apasiona tanto como la escritura.
Soy madre y este es uno de los espacios más inspiradores de mi vida. Me llena de entusiasmo y me recuerda lo dichosa que es mi vida en todos los aspectos.
Me amigué con ser inmigrante, y me contenta decirlo con amor y no con el dolor que me generó tantas veces ese recordatorio.
Ahora sé, o quizás simplemente me permito sentir, que haber salido de mi país era parte inevitable de mi historia de vida para poder ser Marviveo, escritora, viajera, madre… Pero, sobre todo, para enseñarme el valor del presente.
Saber en carne propia, que luchar y avanzar merece la pena, y lo más importante: aquello que amamos, no cabe en el equipaje… porque es enorme y lo llevamos dentro de nosotros, repleto de magia, de historias, de memoria y de vida.
Y es esa, la vida, la que hay que cuidar para bien o para mal, para vivir y morir en plenitud, para nacer y renacer, para ser discretos o estridentes, para dejar huella.
Pero no solo nuestra vida, preservar la vida de todos, el amor y el goce de quienes amamos y nos rodean, porque no hay felicidad si no es compartida.
Anhelo la utopía, por eso me levanto a diario y la construyo.
Aquí estoy para ti también y espero poder acompañarte en tu proceso de escritura, comunicación o creación de tu marca.
Pero, mejor aún, espero poder conectar contigo, abrazar tus sueños, conocerte y que un día podamos sonreír por lo construido y lo abandonado, por lo que decidimos comenzar y aquello a lo que renunciamos, por lo dicho y lo que nos guardamos.
Y que podamos celebrarnos en nuestros aciertos y equivocaciones, pero más que nada, que podamos florecer.
Con amor,
Marlin Vera.
La única Marviveo del mundo.